Madre, apenas era un niño
y Tu ternura anhelaba
queriendo bajo Tu manto
ser un Santo Ángel sin
alas.
Madre, m i primer recuerdo
dulce
es Tu presencia sagrada
aquel cuadro palpitante
que desde la cuna cada
día yo miraba.
Y soñaba ..., soñaba...,
como llamarada
buscando Tu amor
casi volando con mi pequeña
alma
desde mi inocencia
candorosa hasta el Cielo azul de
(Tu Gracia.
La Inmaculada Concepción
pintó Murillo
y mi memoria dice la más
Santa
Tu bellísima imagen
luciente
que con los Santos
Ángeles me amaba.
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