Dios te unió a mi cuerpo
y alma
desde el seno más tierno
y niño
y tú me has protegido con
tus alas
de los siempre ominosos
peligros.
Testigo de mis sufrimientos
y penas
fraternal hermano has
sido
Dios ha derramado
lágrimas
mientras tú me consolabas
amigo.
Ángel de la Guarda Guía
de mi destino
que me llevas a la Patria
Celestial
para que viva allí sin
siglos
Dios sonríe al fin pues
estoy de camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario